El recorrido que empezamos en el 2013 apostaba a la construcción de BAÑOS LIBRES dentro del Centro Social y Cultural Olga Vázquez, un lugar libre de prejuicios, sexismo, intolerancia, discriminación, homolesbobitransfobia… Buscábamos construir un espacio en el cuál cada unx se descubra y construya libremente como sujetx, lejos de los encasillamientos impuestos silenciosamente por la cultura cisheteropatriarcal. Nuestra apuesta apuntaba a romper con aquello tan naturalizado como lo son los “baños de mujeres” y los de “varones”, que perpetuán el binomio que invisibiliza a una diversidad de sujetxs. Con su modificación queríamos romper con lógicas que nos oprimen y moldean, incluso dentro de espacios como el nuestro, que luchan cotidianamente contra esa cultura. Deconstruir y alterar la concepción de nuestros baños apuntaba a romper con discursos que, no solamente dividen a las personas de acuerdo a su fisionomía sino que asignan determinados comportamientos a mujeres y varones (invisibilizando nuevamente a otras identidades mutantes) dentro de estos espacios. Años después de esa primer intervención, consideramos que debíamos profundizar la misma. Es por ello que la extracción de los mingitorios fue fundamental para que el espacio de los baños plasme las discusiones político-culturales que se vienen llevando en relación a cómo deben ser los espacios culturales que construimos/habitamos. Estos objetos significaban la naturalización del poder ejercido por los cuerpos leídos como masculinos en el espacio privado donde circulan diversidad de sujetxs. Era necesario intervenir el espacio de esta manera para que se muestre la diversidad monstruosa y mutante que construimos/habitamos/vivimos por fuera de ese binomio y categorías opresivas como los son la de “mujer” y “varón”, y que somos expulsadxs de los espacios por no pertenecer a ellas, donde la supremacía masculina no duda en adueñarse de los espacios (públicos y privados). Seguiremos luchando por una cultura liberadora, rebelde e insumisa... Y esto no termina acá! Porque las paredes son las imprentas de los pueblos, en las calles pero sobre todo en los espacios que construimos, es que se plasmaran frases e imágenes de ese pueblo invisibilizado, marginado y violentado: la disidencia sexual, la diversidad de identidades y también el sin fin de cuerpxs que rompen con la dictadura de la hegemonía de cánones de belleza cisheteropatriarcales. Seguiremos luchando para que nuestros espacios prefiguren aquello que soñamos!
• Arte al Ataque - Espacio de Cultura del FPDS - CN
(*Fotografías de Ayelén Rodriguez - Pensar en imágenes)
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