LAS PIBAS PODEMOS!

LAS PIBAS PODEMOS...

(fotos tomadas durante el 30º Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata)

Desde que somos chiquitas escuchamos a todxs a nuestro alrededor decirnos qué es lo que podemos y no podemos hacer, opiniones sobre nuestras acciones en función de los mandatos que el sistema patriarcal atribuye a las mujeres que se convierten en un DEBER SER. “Sentate como una señorita”, “no corras”, “no grites”, “no hables así”, “con eso no juegan las nenas”, “así no vas a conseguir novio”, “cómo no vas a saber cocinar”, “las nenas no dicen malas palabras”, “no podes opinar sobre eso”, “ese trabajo es de hombre”, “vestida así pareces una puta”, “y si te arreglas un poquito”, “es mejor que empieces a cuidar tu figura”, “hace dieta”, “mujer al volante, peligro constante”, “tenes que hacerte cargo de tu casa, tu marido y tus hijxs”, entre muchas frases que escuchamos a lo largo de nuestras vidas. Y la naturalización de aquellos mandatos que coartan nuestra libertad de acción condicionan nuestros cuerpos y mentes, nuestras formas de ser en el mundo…

Pero las mujeres nos vamos encontrando, visibilizando aquello que no se cuestiona para deconstruir/reconstruir las diversas maneras de ser mujeres en este mundo… Y a este sistema patriarcal misógino y machista que nos oprime, discrimina, asesina e invisibiliza le decimos que LAS PIBAS PODEMOS.

Las pibas podemos jugar libremente – de niñas y grandes - como queramos y dejar volar nuestra imaginación porque desde allí creamos nuevos mundos. Las pibas podemos jugar con autos, pelotas, herramientas, robots, etc. porque los juguetes no tienen un género asignado!

Las pibas podemos hablar como se nos canta y opinar sobre lo que queramos. Nuestras voces tienen peso, irrumpen y desestabilizan el discurso machista hegemónico que nos invisibiliza.

Las pibas podemos decidir sobre nuestros cuerpos, cómo habitarlo y cómo transitar con él en el mundo. Estas carnes no están colonizadas, no quieren entrar en moldes fascistas de belleza. Estos cuerpos son libres y soberanos. Podemos elegir cómo vestirnos y con quién desvestirnos, sin que se nos etiquete peyorativamente porque podemos decirles que NO en la cara: somos putas pero no suyas! Las pibas podemos decidir sobre nuestras maternidades, para que sean deseadas y no impuestas, como así podemos decidir interrumpir un embarazo, sean cuales fueran las razones para hacerlo.

Las pibas podemos decidir cómo queremos vivir nuestra sexualidad individual y colectivamente, desde el deseo y goce con nuestros y otros cuerpos. Una sexualidad rebelde, insumisa, soberana y revoltosa con otros, otras, otrxs sin acatar una heterosexualidad obligatoria que trae aparejados los mandatos y roles del amor romántico patriarcal. Las pibas podemos y queremos vivir sexualidades y amores rebeldes, libres, disidentes y revolucionarios.

Las pibas podemos y luchamos por condiciones dignas en nuestros laburos, por igualdad de salarios, contra los acosos y discriminaciones. Las pibas podemos trabajar de lo que queramos y también nos formamos para puestos que están monopolizados por varones. Las pibas podemos trabajar en el espacio público y también lo hacemos en el privado. Cocinar, planchar, limpiar, cuidar a nuestros hijxs también es un trabajo y debe ser reconocido/remunerado como tal!!

LAS PIBAS PODEMOS… claro que podemos. Y aunque quieran callarnos, aunque nos violenten, aunque el Estado, la yuta y la Iglesia en complicidad nos sigan matando… Las pibas resistimos y luchamos!!

* Texto: Jana Awka Domo

* Fotos: Ayelen Rodriguez y Yamila Galan